48.000 euros por devolver la moto que se llevó la grúa hace 15 años en una calle de Oviedo

La Policía Local reclama 48.000 a Ignacio Quirós por devolver la moto que se llevó la grúa hace 15 años en una calle de Oviedo

Ignacio Quirós Estremera dejó mal aparcada su moto Guzzi California, en la calle Melquiades Alvarez de Oviedo, el 28 de abril de 1993, "aunque no estorbaba a nadie", apostilla. Recuerda con nitidez la fecha porque, ese día, "que llovía a cántaros", la grúa se la incautó y desde entonces no ha podido recuperarla del depósito municipal porque no tiene intención alguna de pasar previamente por caja. " Cómo quieren que gratifique un robo cuando conmigo actuaron como cuatreros armados?. Me la secuestraron con abuso de autoridad, prepotencia y chulería", despotrica contra el agente que se la enganchó y los compañeros que le apoyaron en su actuación.

Hace 15 años, la retirada de la moto del depósito le costaba 8.000 pesetas --en aquella fecha funcionaban todavía las rubias--, pero tenía claro que no las iba a pagar. Ahora la deuda se ha incrementado considerablemente y ya le reclaman 48.000 euros --unos 8 millones de pesetas, al cambio-- si quiere volver a admirar de cerca la Guzzi California que tuvo en su poder ocho años.

EL ´AGRAVIO´ Ignacio Quirós asegura que ese modelo es ya de coleccionista porque, al agravio que siente como ciudadano por una retirada "injusta", une los desperfectos que pudo apreciar la última vez que logró verla en el depósito cuando se acercó a las dependencias municipales junto a un notario para constatar que ni estaba desguazada, ni perdida, ni desaparecida.

"Me han causado daños a lo largo de las nueve mudanzas que ha sufrido desde que la tiene la Policía Local. No me olvido del agente 214, que es el que me la quitó. Era un tío alto. Todavía me acuerdo", ratifica.

Su principal recuerdo está asociado a un agente de la autoridad que no paraba de escribir y rellenar el boletín de multas con todas las infracciones que le imputaba. "Decía que no tenía documentación y era mentira porque había ido a casa a por ella. Decía que no tenía seguro y también era mentira", relata.

En el poco tiempo que pudo observar los supuestos desperfectos comprobó que tenía "una barra de seguridad doblada", explica. Ignora a cuánto ascendería la reparación, pero supone, a priori, que sería costosa y ya que se pone en lo peor. "Hay tan mala gente que son capaces de echar arena por el tapón del aceite", comenta, a pesar de que no tiene pruebas para justificar sus afirmaciones. " Cómo voy a saberlo?", responde cuando se pide que las aporte. "Habría que desmontar el motor, pintarla...", argumenta.

A lo largo de estos tres lustros, Ignacio Quirós ha enviado cartas al alcalde y ha buscado la mediación de algunas de las personas cercanas al entorno del primer edil para llegar a un acuerdo, siempre bajo la premisa de que él no está dispuesto a soltar ni un euro para recuperar lo suyo.

"Hasta con un cura amigo del alcalde llegué a hablar para que le dijera lo que me habían hecho, pero no conseguí nada. Sé que a alguna gente Gabino de Lorenzo ha llegado a decir que está hasta los huevos --con perdón-- de mi moto, pero no me soluciona nada. Reconozco que las cartas eran algo duras --admite--, pero que quede claro que él me respondió con silencio administrativo".

Ignacio Quirós ha recurrido ahora, desesperado por la falta de respuesta del equipo de gobierno, a los grupos municipales de la oposición. El concejal de Asciz, Roberto Sánchez Ramos, Rivi , le ha escuchado y ha planteado una moción para su debate en la comisión de Infraestructuras. Al más genuino estilo del concejal, la propuesta lleva un título premonitorio: "requiem por una Guzzi California". El dueño de la moto no se resiste a enterrarla.

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